DJI

La compañía china DJI, el mayor fabricante de drones a nivel mundial, ha restringido el vuelo de sus modelos en España.

Las compañías españolas que operan con drones DJI han podido comprobar como el software de navegación y vuelo de estas naves no tripuladas recibía una actualización en el cual se hallaban inhabilitadas nuevas zonas sobre las que no es posible volar.

Esta restricción consiste en que si el piloto dirige su drone hacia una de las zonas restringidas, el aparato rechaza sus órdenes y regresa al lugar de partida. Asimismo, si se intenta despegar estando en las cercanías de uno de estos lugares, el GPS que incorpora el aparato lo detectará y no realizará el despegue.

Todo indica que después de los atentados de Paris, el fabricante ha ampliado el rango de zonas restringidas (conocidas técnicamente como NFZ, No Fly Zones), que ya cubría zonas como aeropuertos, para evitar también estadios deportivos y embajadas.

En la web del fabricante se detallan estas áreas prohibidas en España: las embajadas de Francia, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Japón y China; el consulado de Canadá en Barcelona, el Congreso de los Diputados, la sede de la Generalitat de Cataluña y varias cárceles. Aún así, estas zonas en España aún son menos numerosas que en países como Francia, Alemania, Gran Bretaña o Estados Unidos. También se puede comprobar que en Siria e Irak, los drones de DJI están programados para impedir su vuelo en las zonas controladas por el Estado Islámico.

Más allá de esta actualización, DJI ha anunciado que en diciembre lanzará un software para sus drones y aplicaciones de control que actualizará en tiempo real las áreas restringidas al vuelo. Este software avisará a los pilotos de que están sobrevolando un área protegida, como puede ser el caso de un parque natural. En otras zonas, como los aeropuertos, los drones no podrán operar por razones de seguridad aunque podrá solicitarse un desbloqueo temporal para permitir el vuelo. sin embargo, habrá espacios en los que no será posible este desbloqueo, como es el caso de la capital de Estados Unidos, Washington DC.

El control sobre el pilotaje de drones parece que va a seguir evolucionado y cubriendo aún más factores de seguridad. La empresa Airmap encargada del diseño de este software de control de vuelo y que cuenta con el patrocinio de DJI y 3D Robotics, advierte de que en el caso de una investigación de seguridad de la aviación o la aplicación de la ley, se podrá revelar información sobre la tarjeta de crédito o el número de teléfono móvil usado para verificar la cuenta de usuario de sus drones.

Más allá de las restricciones tecnológicas para el vuelo de drones también están las legales. En España está prohibido volar un dron sobre núcleos urbanos; y fuera de ellos es necesaria una licencia de piloto obtenida en un centro homologado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, aunque la normativa actual no es definitiva. Los operadores comerciales esperan que se modifique para permitir realizar vuelos en ciertas circunstancias sobre ciudades.

Esta reivindicación viene porque los drones pueden ser una potente herramienta informativa, como se comprobó durante la revolución de los paraguas en Hong Kong cuando un joven manifestante pilotó un dron de DJI para filmar la ciudad desde el cielo y mostrar la magnitud de las protestas. Las imágenes se hicieron virales y dieron la vuelta al mundo.

Estos limites al vuelo de drones comenzaron cuando un aparato de DJI sobrepasó el límite de seguridad de la Casa Blanca. Aunque se trató de un descuido de un empleado que lo pilotaba por diversión, provocó que la empresa china impidiese el vuelo de sus drones en Washington. A estas restricciones impuestas también contribuyó la alarma que causaron varios periodistas de la cadena de televisión Al-Jazeera en París, detenidos por comprar drones y pilotarlos sin permiso en la ciudad tras el atentado a la revista Charlie Hebdo.