Los drones teledirigidos, los nuevos faroleros del siglo XXI
Hace ya muchos años existía la figura del farolero, una persona que todos los días, al caer la noche, iba por las ciudades y los pueblos que ya tenían alumbrado para ir encendiendo, una a una, todas las farolas de la población. Tal hazaña debía de ser repetida tan solo unas horas después, cuando el alba despuntaba por el horizonte y los primeros rayos de sol eran recibidos por el este. Mientras tanto, los faroleros hacían de guardia, garantizando que se cumpliera con el orden público durante las horas más oscuras. Sin duda, era un trabajo tedioso, pero de suma importancia.
El drone y su creciente importancia en el sector eléctrico, explicada
Y es que es curioso observar cómo cambian las cosas con el tiempo. Muchos años después, la figura del farolero ha desaparecido, pero el imparable desarrollo de las nuevas tecnologías, que sin duda están afectando de muchas maneras a nuestro porvenir, ha hecho que esta antigua figura del farolero reviva, nada más que con un gran cambio de por medio: ahora el farolero son los drones.
Los drones se comenzaron utilizando en la industria militar, pero desde entonces han evolucionado enromemente y se han acercado en gran medida a la ciudadanía y sus problemas. Por ello, cada vez se utilizan más drones en determinadas empresas e industrias, y una de ellas es la industria eléctrica, que hace uso de estas naves no tripuladas para examinar, por ejemplo, el tendido eléctrico.
Y es que estas máquinas permiten que la revisión sea más rápida y efectiva. En este sentido, es un paso adelante con respecto a las revisiones manuales que hasta ahora se venían haciendo. Antes, el personal debía de desplazarse y subir hasta las torres eléctricas para investigar un posible problema en el tendido eléctrico, con el riesgo que ello suponía.
Ahora, por el contrario, las empresas tienen la oportunidad de ser todavía más competitivas, gracias a la posibilidad de enviar directamente drones a las instalaciones para hacer el diagnóstico y evaluar los posibles problemas que puedan surgir. Además, se puede optar por enviar drones a las instalaciones que, por la complejidad del terreno en el que se encuentren, resulten de difícil acceso.
Y es que la manera de actuar es muy sencilla. Con un drone se toman fotografías de gran detalle o, directamente, vídeos, para así enviarlos posteriormente a la central. Allí, se elaboran los informes en donde se explican los errores que pueda presentar el tendido eléctrico en base a las fotografías y demás recursos que ha enviado el drone.
La alternativa es tan seductora que algunas empresas eléctricas ya están haciendo uso de esta tecnología, como por ejemplo Unión Fenosa. La productividad aumenta y los costes se reducen. Por no hablar de que los drones son capaces de identificar errores que, debido a su localización remota o de difícil acceso, eran complicados de identificar.
Sin duda, una ayuda muy a tener en cuenta cuya presencia no hará sino crecer durante los próximos años.