En Australia, los drones protegen a los bañistas de ataques de tiburón

 

Es sabido por todos que las Antípodas es, cuanto menos, un lugar insólito. Australia es un país que se caracteriza por una fauna “atípica”, en donde llaman la atención algunos animales nada amigables, como las tarántulas, los cocodrilos o los tiburones. Estos últimos son los que más traen de cabeza a los australianos y a las autoridades del país.

Y es que el año pasado se registraron en Australia hasta 26 ataques de tiburón. Pero ahora, las autoridades parecen haber encontrado una nueva solución a este problema en las nuevas tecnologías. Más concretamente, en los drones. Resulta que el gobierno de Nueva Gales del Sur, una de las regiones en las que se divide el país, está en las primeras fases de implantación de un proyecto mediante el cual se emplean drones para la detección de tiburones cerca de las costas y para la protección de los bañistas.

Un drone teledirigido para avisarte del acercamiento de un tiburón

Los drones que forman parte de la iniciativa son capaces de identificar, gracias a un algoritmo que registra miles de imágenes captadas por ellos mismos, diferentes animales y objetos. Así, los drones diferencian no solo a tiburones, sino también a ballenas, delfines, distintos modelos de embarcaciones y, por supuesto, a personas.

Con este sistema, los tiburones lo tienen mucho más complicado para pasar desapercibido, ya que el programa parece ser capaz de detectar a estos animales hasta en un  90% de las ocasiones. La nueva medida responde a una necesidad imperante que se venía viviendo en  las playas australianas desde hace un tiempo, cada vez más concurridas de bañistas que acuden a practicar deportes en el agua. Ahora, cuando se detecta un riesgo para el bañista, se le puede alertar mediante el uso del drone.

A eso hay que sumarle el hecho de que las medidas contra ataques de tiburón que se han implementado hasta ahora, a pesar de ser efectivas, no son infalibles. En Australia, además de los socorristas, destacan unas redes que se colocan en torno a algunas de las playas más famosas para impedir que los tiburones se acerquen demasiado. No obstante, esta precaución puede fallar, por no hablar del daño que la red le supone a la vida marina del lugar.

Con la implantación de los drones, se crea una nueva barrera de seguridad que permite a los bañistas disfrutar al tiempo que se les ofrece una ayuda extra por si acaso. Esta nueva medida de implantación de drones para la vigilancia y el avistamiento de tiburones se enmarca dentro de un programa que el Departamento de Industrias Primarias de Nueva Gales del Sur está llevando a cabo en colaboración con la UTS para la protección de la vida marina del entorno y para informar a los bañistas de los posibles peligros que puedan acecharles en su día a día.

Sin duda, se trata de una manera inteligente e ingeniosa de darle un uso tremendamente importante a una tecnología puntera, capaz ahora de gestionar algo tan importante como la seguridad de las personas.

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